Los gobiernos democráticos (1979-2000)
Los cuatro primeros presidentes democráticos de la monarquía de Juan Carlos I (1976-2004) |
Gobierno de Suárez
Tras la promulgación de la Constitución se convocaron elecciones generales, que ganó la UCD, pero sin mayoría absoluta y seguida de cerca por el PSOE, liderado por Felipe González, que abandonó el marxismo y convirtió al partido en una opción de izquierda moderada. El tres de abril se celebraron las primeras elecciones municipales y el PSOE se alzó con alcaldías
importantes, como la de Madrid.
Los gobiernos del presidente Suárez afrontaron graves situaciones:
-La crisis económica se fue agravando desde 1979 por el encarecimiento del
petróleo, la disminución de inversiones extranjeras y el cierre de empresas.
-Se aprueban los estatutos de las nacionalidades históricas Cataluña, P. Vasco, Galicia, y Andalucía, tras decicir esta vía en referendum el 28 de febrero de 1980. El proceso autonómico elevó las demandas de competencias por parte de las
diferentes regiones.
-El terrorismo continuó su escalada. ETA causó 77 muertos en 1979 y 95 en
1980. Esos fueron los dos años más letales de la banda.
-Los acontecimientos provocan el desasosiego en los círculos militares de extrema derecha, con intentos de frenar el proceso democrático (Operación Galaxia)
-Los problemas internos de la UCD se agudizaron tras los pobres resultados
electorales obtenidos en las elecciones de las autonomías.
La crisis del partido y la inacción del gobierno fueron aprovechadas por la oposición del PSOE para plantear
una moción de censura. Ante esta situación Suárez dimitió el 29 de
enero de 1981 y le sustituyó Calvo Sotelo.
Gobierno de Calvo Sotelo
El 23 de febrero de 1981, mientras se celebraba la investidura del nuevo
presidente, el coronel de la guardia civil Tejero asaltó el congreso de los diputados. Varios cuarteles debían secundar el golpe, pero la actuación del rey condenando el golpe dejó sin apoyo a los golpistas. La inmensa mayoría de las fuerzas
políticas y sociales, medios de comunicación e instituciones apoyaron la legalidad
constitucional. EL golpe militar fracasó y los implicados fueron detenidos, procesados y
condenados.
Calvo Sotelo, gobernó de febrero de 1981 a octubre de 1982 y en su gestión destacan: la llegada a acuerdos con sindicatos y empresarios para disminuir la tensión social; la Ley del Divorcio con la ayuda del PSOE; la integración a
la OTAN. La desintegración de la UCD obligó a disolver las Cortes y convocar elecciones
legislativas para el 28 de octubre.
LOS GOBIERNOS DE FELIPE GONZÁLEZ (1982-1996)
En las elecciones del 28 de octubre de 1982 Felipe González alcanzó la
presidencia del gobierno, en la que se mantendría hasta 1996, la mayoría de ese tiempo
con mayoría absoluta del Congreso. Esto otorgó una gran estabilidad a sus gobiernos. Desde el principio el gobierno fue adoptando una serie de reformas
que supusieron la transformación y la modernización de España:
-Se reformaron instituciones fundamentales como el ejército, alejando el peligro del golpismo: se redujeron el número de regiones y de oficiales, se puso bajo el control del ministro de defensa y se sometió la justicia militar a la civil.
-Se culminó el proceso de traspaso de competencias a las autonomías.
-Se aprobó un cambio en los diferentes niveles del sistema educativo a través de
diversas leyes: LODE, que establecía la enseñanza gratuita y obligatoria hasta los dieciséis años, y que se completó finalmente con la LOGSE.
-Se aprobó la ley del aborto, muy protestada por la iglesia católica.
-Hubo una intensa labor de modernización de las comunicaciones: carreteras,
aeropuertos etc. muy favorecida a partir de la llegada de fondos europeos.
-Se inició una verdadera política social con la universalización de la asistencia
sanitaria y se crea el plan de empleo rural (PER).
En política económica: El gabinete socialista aprobó un estricto plan de estabilización económica que implicó un proceso de reconversión industrial que llevó al cierre de muchas industrias obsoletas. Estas medidas provocaron el desconcierto entre las centrales sindicales, pero permitieron sanear la economía y prepararla para la recuperación. El gobierno realizó una reforma fiscal que afectó tanto al trabajo de las personas físicas como al patrimonio. Los ajustes económicos dieron sus frutos, y desde 1985 hasta 1992 España experimentó un crecimiento económico notable, se equilibró la balanza de pagos y se proyectó la imagen de una España dinámica y moderna a través de la Expo de Sevilla y de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Los sindicatos protestaron por la política liberalizadora del gobierno y convocaron una huelga general en 1988 que debilitó mucho al gobierno.
En política exterior: El primer asunto con el que debió enfrentarse el gobierno socialista en materia de asuntos exteriores fue el del referéndum de la OTAN. El PSOE dio un cambio radical a sus negativas cuando estaba en la opsición y apoyó el sí a la permanencia en la organización. El tema más importante fue la integración en la CEE. Las negociaciones fueron complicadas, pero desde 1986 España se integró en todos los proyectos europeos y se comprometió en el Tratado de Maastricht, que fundó la UE. El balance de la política exterior fue muy positivo y la llegada de fondos europeos ayudo a la modernización de las infraestructuras.
El terrorismo (ETA), continuó siendo un gran lastre social a lo largo de las cuatro
legislaturas. El gobierno desplegó una política de reinserción de presos y en 1988 se firma el Pacto de Ajuria Enea en el que se busca el compromiso de las fuerzas políticas vascas en la lucha contra el terrorismo. Francia empezó a
cambiar su actitud colaborando con el gobierno.
La crisis del PSOE
Las elecciones del 1989 marcaron el descenso del PSOE, al tiempo que se
reorganizaba la derecha bajo el liderazgo de José Maria Aznar y Alianza Popular pasaba
a llamarse PP. La crisis económica fue la antesala del estallido de escándalos de corrupción (hermano de Alfonso Guerra, Roldán, Mariano Rubio y la financiación ilegal a través de FILESA) que afectaron al gobierno socialista. A ellos se vino a unir el escándalo de los GAL, grupo armado formado por policías y mercenarios que con la complicidad de cargos del gobierno llevó a cabo la "guerra sucia" contra ETA. Ante la situación poco favorable y la presión cada vez mayor de la oposición, el
presidente del gobierno decidió adelantar las elecciones legislativas al 3 de marzo de
1996. El PP ganó las elecciones.
LOS GOBIERNOS DE JOSÉ MARÍA AZNAR (1996-2000)
José María Aznar no consiguió la mayoría absoluta y se vio obligado a pactar con las minorías nacionalistas para acceder a la presidencia del gobierno. El giro hacia la derecha se vio corroborado con las victorias del PP en las elecciones autonómicas y municipales. El ciclo socialista bajo el liderazgo de Felipe González había tocado su fin.
Aznar centró sus esfuerzos en implementar una política económica ortodoxa que redujera el déficit público y reactivara la actividad económica privada. En este sentido se privatizaron empresas públicas como Repsol, Telefónica o Endesa. El gran objetivo era cumplir los denominados criterios de convergencia (inflación, deuda, déficit...) establecidos en el Tratado de Maastricht de 1991 y que una vez alcanzados permitirían a España unirse a la nueva divisa europea, el Euro. La actividad económica se reactivó, el paro descendió de manera notable y el saneamiento de la economía llevaría a que España participara en el nacimiento del Euro en 1999.
En cuanto al terrorismo, el asesinato en 1997 por parte de ETA del concejal del PP Miguel Ángel Blanco desencadenó una importante reacción popular que vino a denominarse el "espíritu de Ermua".
El gobierno de Aznar, con el apoyo de la oposición socialista, se lanzó decididamente a una política de dureza con ETA y con el entorno nacionalista. La reacción en el campo albertzale fue el Pacto de Lizarra-Estella de 1998, un acuerdo de todas las fuerzas nacionalistas, desde el PNV a ETA, para avanzar hacia la independencia. Unos días después ETA declaró una tregua indefinida y sin condiciones. Los contactos entre el gobierno de Aznar y el grupo terrorista no dieron ningún resultado y un año después ETA volvió a la actividad armada. El presidente Aznar, que había sido víctima de un atentado frustrado en 1995, reforzó su política de enfrentamiento con el nacionalismo vasco en todas sus tendencias.
Las elecciones convocadas en el año 2000 marcaron el momento de apogeo del PP y Aznar. El nuevo siglo se inició con una mayoría absoluta del Partido Popular en las Cortes. Sin embargo la política exterior de la legislatura, comprometida con la OTAN y el apoyo a EEUU en su invasión de Irak, provocará el desgaste del PP, que se vio acelerado por el atentado terrorista más grave de la historia de España el 11 de marzo de 2004. Esto conducirá a que en las elecciones generales de 2004 se vuelva a producir la victoria del PSOE de Rodríguez Zapatero.
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