Comentario de mapas históricos

Los mapas históricos exponen de una forma visual los fenómenos que hemos estudiado situándolos en el tiempo y en un espacio geográfico determinado. Por tanto son una herramienta útil para obtener información, la cual se puede desarrollar a partir de su análisis y comentario. A veces el desarrollo del contenido puede ir guiado por medio de preguntas, pero otras veces puede ser libre. Para ello podemos seguir este guion orientativo:

  • Clasificación:

Título. Normalmente viene ya dado, pero si no, lo más normal es que pongamos el fenómeno que representa, el espacio que ocupa y en qué fecha o periodo.

Tipo del mapa: de situación o sincrónico (muestra un acontecimiento en una época determinada, por ejemplo, Europa en 1789); de evolución o diacrónico (refleja un periodo de tiempo, o distintas etapas, como por ejemplo un mapa con la evolución de la Guerra Civil Española de 1936 a 1939). 

Temática: puede ser política, económica, cultural, religiosa, demográfica, social...

  • Análisis y explicación:

Describir el contenido del mapa explicando sus diferentes elementos ayudándonos de los colores, signos y símbolos de la leyenda.

Explicar los acontecimientos históricos que se reflejan en el mapa, como batallas, fronteras, tratados...

  • Comentario (relación con el tema):

Redactar el comentario haciendo una pequeña introducción con los antecedentes del fenómeno representado y desarrollando el tema a que hace referencia, relacionándolo con los apartados de nuestro libro o apuntes. Hablar de las consecuencias que el fenómeno representado tendrá para la Historia posterior.

  • Conclusión:

Realiza un pequeño resumen, y una valoración y significación histórica del contenido representado en el mapa.

Ejemplo resuelto:

Fuente: Vicens-Vives
Clasificación:
El mapa expuesto aborda una temática geopolítica: la evolución territorial durante la Edad Media. Afecta a la península ibérica y Baleares.
Se trata de un mapa diacrónico porque su arco temporal es muy prolongado. Abarca un periodo entre los siglos XI y XIII aproximadamente. Se muestra la progresión conquistadora de los distintos reinos cristianos contra los andalusíes.
La leyenda presenta tres tipos de iconos: las líneas de frontera (verde continua hasta 1040, azul intermitente hasta 1150 y roja continua hasta 1270), las franjas coloreadas, cuyos tonos indican los sucesivos avances hacia el sur, y los símbolos de victoria en batalla (roja musulmana y negra cristiana).
Análisis y explicación:
La conquista cristiana se desarrolló de norte a sur en tres fases sucesivas, con la característica peculiar de que la mitad occidental ocupó más superficie que la oriental: en la primera etapa, hasta mediados del siglo XI, se alcanzó la línea del Duero y el sur de los Pirineos. Es la etapa de donformación de los núcleos de resistencia cristianos: reino astur-leonés, Castilla, reino de Pamplona, Aragón y condados catalanes.
1031 fue un año clave, porque en él se disgregó el califato de Córdoba para dar paso a las taifas, mucho más frágiles, lo que ocasionó un avance relativamente menos arduo hacia el sur por parte cristiana.
Se produce entonces la segunda fase del avance cristiano (hasta la línea discontinua azul) en un segundo momento, datado hacia mitad del siglo XI, el límite se detuvo en las riberas del Tajo (Castilla-León) y el sur Ebro (Aragón). La toma de Toledo (1085) será un nuevo punto de inflexión ya que propician la intervención de almorávides y almohades, que desempeñaron el papel de cohesionar las taifas y detener el avance cristiano (batallas en el mapa de Zalaca, Uclés y Alarcos, que son victorias musulmanas).
La tercera etapa de avance cristiano (colores más claros) estaría relacionada con la pérdida de poder almohade, que a partir de Victoria cristiana de las Navas de Tolosa que dejó el camino expedito para liquidar casi todas las taifas en el sur portugués, Extremadura, valle del Guadalquivir y Murcia. El avance lo realizan el reino de Portugal y las coronas de Castilla y Aragón, ya que Navarra había quedado estabilizada en la fase anterior (Badajoz 1228, Córdoba 1236, Sevilla 1248, Murcia 1243, Valencia 1238).
El último reducto islámico se corresponde con el reino de Granada que ocupaba las actuales provincias de Granada, Málaga, Almería y parte de Jaén y Murcia. Pervivió hasta 1492, tomado por los Reyes Católicos.
Comentario:
El avance de la conquista cristiana terminó de componer los diferentes reinos peninsulares de Portugal, Castilla, Navarra y Aragón.
Los tipos de repoblación durante esta época fueron mediante presura, definida como una ocupación campesina de tierras despobladas, correspondiéndose con la primera etapa señalada en el mapa; por medio de fueros o cartas pueblas, en villas dependientes del monarca, en la segunda etapa; y con repartimientos, grandes propiedades del sur entregadas como recompensa por la guerra a la Iglesia, la nobleza y las órdenes militares en la tercera etapa: Extremadura, La Mancha, Andalucía.
La Corona de Castilla se orientó hacia la agricultura y la ganadería lanar, dentro de un comercio con el norte de Europa, mientras que Aragón volcó sus intereses en el Mediterráneo y sus mercancías artesanales.
Conclusión:
El prolongado conflicto bélico, que duró más de tres siglos, acentuó las diferencias estamentales en la península entre los privilegiados y los no privilegiados, dejó minorías religiosas de judíos y mudéjares supervivientes y consolidó la propiedad feudal basada en la tierra durante el proceso de repoblación.

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