Proceso de desamortización y cambios agrarios
1.-Contexto económico y político
Durante el gobierno de los progresistas, con Mendizábal a la cabeza del gobierno primero y como ministro de Hacienda después, se realizan las siguientes medidas desde 1836:
Como consecuencia más importante de todo el proceso en la producción agrícola y ganadera, tenemos que se puso en cultivo más tierra de la que había hasta el momento, permitiendo una mayor producción agrícola, a pesar de que las condiciones geográficas (relieve, clima, suelos…) tampoco eran buenas.
El principal producto fueron los cereales (80 % de las tierras cultivadas), principalmente el trigo. Esto favoreció el aumento de población. La vid, debido a la plaga de filoxera en Europa, se convirtió en producto de exportación, así como el aceite de oliva del sur y los citricos del levante. Crecieron también el maíz, la patata... Pero tenemos que considerar que este aumento de producción no se basó en mejoras técnicas (uso de abonos, semillas, maquinaria...), sino en el incremento de la superficie cultivada, por lo que la agricultura española seguía estando atrasada, con bajos rendimientos.
En la ganadería, se redujo la cría de ovejas, por la pérdida de demanda de la lana frente al algodón, la eliminación de privilegios de la mesta y la roturación de tierras para el cultivo, mientras que aumentó la cabaña porcina.
4.- Fracaso de la reforma agraria y atraso industrial de España
Como conclusión, a finales del XIX España mantenía una economía predominantemente agrícola que no logró ser el motor de la modernización que se había producido en otros países europeos. A los efectos de las medidas de reforma liberal sobre la propiedad (latifundismo) hay que unir:
-Malas condiciones geográficas: situación periférica con respecto al mercado europeo, relieve accidentado, cursos de agua escasos, clima seco y con heladas, suelos pobres... y falta de recursos energéticos.
-Malas comunicaciones, algo que el ferrocarril no resolvió, y que no permitió articular el mercado interno.
-Escasa demanda interna debido a la pobreza de la gran mayoría de la población y a los precios elevados de las manufacturas.
-Desvío de los capitales de la burguesía hacia la compra de tierras y la deuda pública, que ofrecía un alto interés, en lugar de invertir en actividades industriales, mineras o comerciales.
-Situación política muy inestable que no ofrecía buenas expectativas a la inversión.
Tenemos por tanto una economía y un mercado atrasados con respecto al resto de Europa, pero la reforma permitió financiar y consolidar el proyecto liberal y aumentar la producción, aunque esto no se debiera a la mejora de las técnicas si no a la extensión de los cultivos.
Durante
el siglo XIX la actividad económica más importante en España era la
agricultura, ya que en ella se empleaba la mayoría de la población y de ella
salía la mayoría de la riqueza. Pero se encontraba en una situación de atraso
por la ausencia de innovaciones y sobre todo por la distribución de la
propiedad, esencialmente señorial. Todo esto hacía que el rendimiento fuera muy
bajo.
Ya desde el siglo XVIII ilustrados como Jovellanos habían denunciado la situación, pero fue durante la implantación liberalismo cuando se inició una reforma de la propiedad de la tierra que implicaba la desaparición de las formas propias del Antiguo Régimen para consolidar la propiedad privada y su libre disponibilidad para el mercado, según una economía capitalista. Estas reformas comienzan ya con Godoy, y continúa con las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal, que abolieron el régimen señorial y la vinculación de la tierra, e iniciaron la incorporación de bienes eclesiásticos al Estado, pero su efecto fue muy limitado. Será tras la subida al poder de los liberales progresistas durante el reinado de Isabel II cuando se tomen las medidas que conduzcan a una reforma agraria liberal, iniciada por Juan Álvarez Mendizábal y continuada por Espartero (1841, clero secular) y en el bienio progresista (54-56) por Madoz. (Repasar tema de Isabel II)
Ya desde el siglo XVIII ilustrados como Jovellanos habían denunciado la situación, pero fue durante la implantación liberalismo cuando se inició una reforma de la propiedad de la tierra que implicaba la desaparición de las formas propias del Antiguo Régimen para consolidar la propiedad privada y su libre disponibilidad para el mercado, según una economía capitalista. Estas reformas comienzan ya con Godoy, y continúa con las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal, que abolieron el régimen señorial y la vinculación de la tierra, e iniciaron la incorporación de bienes eclesiásticos al Estado, pero su efecto fue muy limitado. Será tras la subida al poder de los liberales progresistas durante el reinado de Isabel II cuando se tomen las medidas que conduzcan a una reforma agraria liberal, iniciada por Juan Álvarez Mendizábal y continuada por Espartero (1841, clero secular) y en el bienio progresista (54-56) por Madoz. (Repasar tema de Isabel II)
Durante el gobierno de los progresistas, con Mendizábal a la cabeza del gobierno primero y como ministro de Hacienda después, se realizan las siguientes medidas desde 1836:
-Disolución
del régimen señorial: la tierra pasaba a ser propiedad privada, sin
conllevar jurisdicción alguna (cobro de derechos, impartición de justicia...).
-Supresión
de los mayorazgos, por los que las tierras estaban vinculadas al
primogénito familiar, sin que pudieran ser divididas. Con esta medida ya podían
dividir y vender sus tierras.
-Desamortización,
que consistía en la disolución de las órdenes religiosas no asistenciales y la
incautación de sus tierras por parte del Estado para venderlas posteriormente
en subasta pública, pudiendo pagarse con títulos de deuda pública.
Se
pretendía con estas medidas:
-financiar
al ejército liberal, que luchaba contra los carlistas (I guerra carlista),
-recuperar
deuda pública y aminorar el déficit del Estado,
-crear
una base de propietarios partidarios del régimen liberal,
-y a
largo plazo, mejorar la agricultura, ya que tierras que estaban en “manos
muertas” pasarían a estar en propiedad de personas emprendedoras.
Las reformas, tras un breve intento de desamortización del clero secular durante la regencia de Espartero, se frenaron con los
moderados, pero durante el bienio progresista se da una nueva Ley
Desamortizadora (1855). Promovida por Pascual Madoz, esta desamortización
afectó a bienes de la Iglesia, del Estado y de los Ayuntamientos. Entre estos últimos se encontraban los bienes de
propios, tierras de las que los ayuntamientos obtenían rentas a cambio de su explotación, y comunales, tierras que eran aprovechadas por los habitantes del municipio, normalmente bosques o pastos. Los objetivos eran de nuevo captar recursos para sanear la Hacienda, y financiar la construcción de la red de ferrocarril (Ley General de Ferrocarriles de 1855).
2.-¿Consiguió la desamortización sus objetivos?: Efectos de la reforma agraria
-Con
estas medidas la tierra pasó a ser una propiedad
privada, susceptible de venderse y comprarse libremente en un sistema
económico liberal o de mercado. Muchos edificios y parcelas cambiaron de dueño,
y aumentó el número de propietarios.
-Los antiguos señores perdieron sus antiguos derechos pero se convirtieron en propietarios de la tierra. La
idea de una auténtica reforma agraria no se consiguió, ya que los medianos y pequeños campesinos no
fueron los que accedieron a la tierra. Los que las compraron fueron quienes
ya tenían recursos, pertenecientes a la alta burguesía y nobleza, que estaban
interesados en vivir de las rentas que les proporcionarían las tierras, y no el
cultivarlas de manera rentable y profesional. Se reafirmó la
concentración de la propiedad en pocas manos, especialmente en Andalucía, Extremadura
y la Mancha.
-La situación de los campesinos mejoró poco, ya que ellos no eran los propietarios de las tierras que tradicionalmente cultivaban, convirtiéndose en arrendatarios, que cultivaban a cambio de pagar una renta con contratos muchas veces más desventajosos que bajo el régimen señorial, o en algunos casos pasaban a ser jornaleros. Las malas condiciones laborales en el campo y el difícil acceso a la tierra por parte del campesinado, que además se vio privado de las propiedades comunales que servían para otorgar tierras a los más pobres o para aprovechar recursos como los pastos, la caza, leña, etc... hicieron que la gran masa de campesinos y jornaleros reivindicara mejoras sociales durante todo el siglo XIX.
-La
estructura de la propiedad no favoreció la modernización: los minifundios (pequeña propiedad) de
Galicia y submeseta norte no producían excedentes, iban destinados a un autoconsumo
familiar que no podía permitirse la modernización ni destinar productos al
mercado; y en los latifundios (gran
propiedad) de Castilla, Extremadura y Andalucía, los propietarios obtenían
beneficios de las rentas y de producir mucho porque tenían mucha tierra y mano
de obra, pero sin introducir mejoras técnicas.
- Cumplió algunos de los objetivos de los
liberales: financiar la guerra contra el carlismo, mejorar la Hacienda,
contribuir a la creación del ferrocarril, el mercado interno y
la industria, y poner tierras en manos de individuos que de otra forma no
podrían haber accedido a ella y que estaban interesados en comercializar la
producción.
3.-Cambios en la producción agraria
Como consecuencia más importante de todo el proceso en la producción agrícola y ganadera, tenemos que se puso en cultivo más tierra de la que había hasta el momento, permitiendo una mayor producción agrícola, a pesar de que las condiciones geográficas (relieve, clima, suelos…) tampoco eran buenas.
El principal producto fueron los cereales (80 % de las tierras cultivadas), principalmente el trigo. Esto favoreció el aumento de población. La vid, debido a la plaga de filoxera en Europa, se convirtió en producto de exportación, así como el aceite de oliva del sur y los citricos del levante. Crecieron también el maíz, la patata... Pero tenemos que considerar que este aumento de producción no se basó en mejoras técnicas (uso de abonos, semillas, maquinaria...), sino en el incremento de la superficie cultivada, por lo que la agricultura española seguía estando atrasada, con bajos rendimientos.
En la ganadería, se redujo la cría de ovejas, por la pérdida de demanda de la lana frente al algodón, la eliminación de privilegios de la mesta y la roturación de tierras para el cultivo, mientras que aumentó la cabaña porcina.
4.- Fracaso de la reforma agraria y atraso industrial de España
Como conclusión, a finales del XIX España mantenía una economía predominantemente agrícola que no logró ser el motor de la modernización que se había producido en otros países europeos. A los efectos de las medidas de reforma liberal sobre la propiedad (latifundismo) hay que unir:
-Malas condiciones geográficas: situación periférica con respecto al mercado europeo, relieve accidentado, cursos de agua escasos, clima seco y con heladas, suelos pobres... y falta de recursos energéticos.
-Malas comunicaciones, algo que el ferrocarril no resolvió, y que no permitió articular el mercado interno.
-Escasa demanda interna debido a la pobreza de la gran mayoría de la población y a los precios elevados de las manufacturas.
-Desvío de los capitales de la burguesía hacia la compra de tierras y la deuda pública, que ofrecía un alto interés, en lugar de invertir en actividades industriales, mineras o comerciales.
-Situación política muy inestable que no ofrecía buenas expectativas a la inversión.
Tenemos por tanto una economía y un mercado atrasados con respecto al resto de Europa, pero la reforma permitió financiar y consolidar el proyecto liberal y aumentar la producción, aunque esto no se debiera a la mejora de las técnicas si no a la extensión de los cultivos.
Muchos historiadores consideran que
la reforma agraria fue un fracaso, ya que no
fue capaz de producir capitales ni mano de obra para realizar el salto
industrial. Tampoco cumplió las expectativas del cambio de estructura de la
propiedad, que siguió estando en manos de los más ricos, lo que dejaría a la reforma agraria sin concluir, produciéndose más tarde
intentos de cambio de esta situación, siendo el más serio el de la II República.
Si el campo se hubiese modernizado, habría producido más, los precios habrían bajado, por lo que una mejor alimentación habría hecho aumentar la población y la demanda de productos. Los beneficios producidos en la agricultura podían haberse destinado a la inversión en otros sectores como la industria. Además, al modernizarse y utilizar mejores herramientas y maquinaria, habría hecho falta menos gente trabajando en el campo para producir lo mismo, por lo que ese excedente de trabajadores del campo habría podido constituir la mano de obra de la industria.
Pero eso no significa que fuera un
completo fracaso, ya que hemos visto que sí obtuvo algunos logros, como
financiar y consolidar el proyecto liberal, o un crecimiento de la producción, aunque sin modernización
de las técnicas.
OTRAS CUESTIONES SOBRE ECONOMÍA Y DEMOGRAFÍA
INDUSTRIA
TEXTIL
-
Los inicios de la actividad
industrial se producen en Cataluña, ligados al sector textil algodonero
-
Desde el siglo XVIII se
inicia la mecanización del hilado y a partir de la década de 1830 se usa la
máquina de vapor para el tejido
-
Dificultades:
•
Falta de carbón, por lo que
necesitaba energía hidráulica
•
Escasa demanda interna, por
lo que dependía de medidas proteccionistas
MINERÍA Y SIDERURGIA
-
La explotación de las minas
españolas se impulsa con la industrialización europea y la Ley de Minas de 1868
(gobierno provisional).
-
Existían: plomo en Sierra
Morena, cobre en Huelva, Mercurio en Almadén, carbón en Asturias, hierro en
Vizcaya...
-
La explotación de minas cayó
en manos de compañías extranjeras la mayoría de las veces, y se dedicó a
la exportación.
-
La industria siderúrgica,
aunque tuvo sus inicios en Andalucía (Málaga), tuvo una mayor incidencia en la
cornisa cantábrica:
- Asturias hasta fines de la década de 1870, donde se aprovechaba el carbón de hulla.
- País Vasco, a partir de la década de 1870, donde existían minas de hierro de gran pureza y se importaba carbón de coque galés. Fueron los primeros en utilizar el convertidor Bessemer.
TRANSPORTES Y MERCADO
-
El ferrocarril se inicia
durante la década moderada. La primera línea fue Barcelona-Mataró
-
La construcción de una red
amplia se impulsó con la Ley General de Ferrocarriles (1855) que subvencionaba
la construcción y facilitaba la importación de materiales
-
Resultados:
•
Se creó una red radial
•
El ancho de vía era mayor que
el europeo
•
Lo realizaron compañías
extranjeras según sus intereses, por lo que no sirvió para articular un mercado
interno ni para impulsar la industria española
- La mejora en los transportes
y navegación (vapor) favorecido el comercio a larga distancia, creciendo sobre
todo las exportaciones agrarias
-
La pérdida del mercado
colonial vinculó la economía española sobre todo a la demanda de Francia y Gran
Bretaña, a donde se exportaban productos agrarios (aceite, vino...) y de donde
se importaban manufacturas.
LIBRECAMBISMO FRENTE A PROTECCIONISMO
El librecambismo defendía que la libre entrada de productos extranjeros estimularía la competitividad y la especialización de la industria española, a la vez que permitía a la población un acceso más fácil a alimentos y productos manufacturados. Por contra el proteccionismo era partidario de poner obstáculos, es decir aranceles, a los productos extranjeros para fomentar el desarrollo de la industria interna.
La tendencia en la política arancelaria fue: un avance de las políticas de liberalización comercial, aplicadas por parte de los gobiernos progresistas (regencia de Espartero, arancel Figuerola) hasta 1870, y a partir de ahí, se pasa a una fase dominada por el proteccionismo.
HACIENDA, MONEDA Y BANCA
- El liberalismo eliminó los privilegios en los impuestos y en 1845 se impuso una reforma fiscal (Mon-Santillán) que incluyó la contribución por inmuebles, cultivos, ganados e industrias, además de los infames impuestos indirectos denominados consumos.
- El déficit del Estado hizo recurrir frecuentemente a la emisión de deuda pública, provocando un continuo endeudamiento.
- La diversidad monetaria acabó en 1868, cuando se impuso como moneda oficial la peseta.
- En cuanto a la banca existían a principios de siglo casas de banca y préstamo privadas y un banco de Estado y de emisión que era el Banco Español de San Fernando (1829). En 1856 se legisla el sistema bancario español (Ley de Bancos y Sociedades de Crédito) y el Banco de San Fernando se convirtió en el Banco de España, que más tarde obtuvo el monopolio de la emisión de billetes.
- En cuanto a la financiación de empresas por medio de acciones de particulares, en 1831 comenzó a funcionar la Bolsa de Madrid.
DEMOGRAFÍA
La desaparición de epidemias y la mejora de la dieta hicieron que la población aumentara más de un 75% en el siglo XIX (de unos 10 millones en 1800 a 18,5 en 1900) un crecimiento mucho más reducido que en el resto de Europa. Esto se debe a que aunque existía una alta natalidad también existía una elevada mortalidad (la esperanza de vida en 1900 era de 35 años).
- El crecimiento fue mayor en la periferia que en el interior, a excepción de Madrid
- Se produjo el aumento de la población urbana, debido al éxodo rural, destacando Madrid y Barcelona
- La búsqueda de mejores condiciones de vida propició la emigración a Latinoamérica y más tarde al Norte de África. Los focos más importantes fueron Galicia, Asturias y Cantabria.
LECTURA:
- Las desamortizaciones: https://www.antupload.com/file/4OqQLzxn/
- Episodios nacionales: Mendizábal: https://www.antupload.com/file/I5an4sDE/
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